Pàgina principal  |  Contacte  

Correu electrònic:

Contrasenya:

Inscriviu-vos ara!

Heu oblidat la vostra contrasenya?

Creaciones_Gabito
 
Novetats
  Afegeix-te ara
  Plafó de missatges 
  Galeria d’imatges 
 Arxius i documents 
 Enquestes i Tests 
  Llistat de Participants
 General 
 ENTREGA PREMIOS ASISTENCIA DIARIA 
 ❥❥¸.•`*´´¨ ASISTENCIA DIARIA¸.•`*´´¨❥❥¸ 
 OFRECIMIENTO Y PETICIONES FIRMAS 
 ESPACIO DISEÑO Y FIRMAS UTOPIA 
 ALEJANDRO FERNANDEZ VIDEOS 
 SECRETOS DE LA ABUELA] 
 POEMAS CANELA 
 REFLEXIONES 
 ✿*¨ ¨*✿ RETOS DE LA SEMANA ✿*¨ ¨*✿ 
 TODO SOBRE EL (PSP 7) Tubes imagenes etc 
 ALEJANDRO FERNANDEZ VIDEOSº*º*º 
 Recetas y secretos de la Abuela 
 DISEÑADORA SOLITA 
 Diseñadora 
 
 
  Eines
 
General: Libertad Genuina
Triar un altre plafó de missatges
Tema anterior  Tema següent
Resposta  Missatge 1 de 4 del tema 
De: SILA4141  (Missatge original) Enviat: 02/10/2014 18:55

Libertad Genuina

En una asoleada mañana, dos alondras subían volando a lo alto.

La alondra padre hablaba con su polluelo, haciéndole ver lo maravilloso que es tener alas y poder volar hasta las alturas.

Pero el pequeño, en su inexperiencia, escuchaba sólo a medias, pues su atención se fijaba en el tintinear de una campanita, que llegaba a sus oídos desde la tierra.

El pajarillo, curioso, bajó al campo de donde provenía el sonido que tanto le atraía, y vio a un hombrecillo que guiaba un carro mientras gritaba: "¡Vendo lombrices! ¡Dos lombrices por una pluma!"

A la pequeña alondra le encantaban las lombrices; ya al nombrarlas se le hacía agua el pico. Y sin pensar más se decidió: arrancó una pluma de sus alas y la cambió por dos lombrices. Cuando se las hubo comido volvió junto a su padre, muy satisfecha.

Al día siguiente la alondra esperó ansiosamente el sonido de la campanita, y al oirla bajó a realizar nuevamente su extraño negocio, dando otra pluma a cambio de dos lombrices. Esto lo repitió día tras día.

Una vez ofreció al hombrecillo cinco plumas por diez lombrices. El vendedor aceptó entusiasmado y, desde entonces, por espacio de varios días más, continuó el intercambio.

Al cabo la alondra batió sus alas inútilmente: ¡ya no podía volar! ¡Estaba atada a la tierra y condenada a arrastrarse en lugar de volar! ¡Había cambiado sus alas, su libertad, por un puñado de lombrices!--Luther Burbank.

No vendas tu primogenitura por un plato de lentejas. No regales tu libertad por vanos y baratos placeres que luego te dejaran sin fuerza y sin libertad.



Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Següent   Darrer  
Resposta  Missatge 2 de 4 del tema 
De: Sol Solgraficos Enviat: 03/10/2014 10:24

Resposta  Missatge 3 de 4 del tema 
De: Manul2 Enviat: 04/10/2014 12:52

Resposta  Missatge 4 de 4 del tema 
De: Manul2 Enviat: 04/10/2014 12:56


Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Següent   Darrer  
Tema anterior  Tema següent
 
©2024 - Gabitos - Tots els drets reservats