Cigua Palmera y su pariente Gringo Bombycilla Cedrorum.
SD. La Cigua Palmera (Dulus dominicus) fue declarada Ave Nacional Dominicana el 14 de enero de 1987, y mucha gente todavía se pregunta por qué un ave tan poco fotogénica como la Cigua Palmera, que no canta como el ruiseñor ni es tan carismática y colorida como la cotorra, fue declarada Ave Nacional. La razón hay que buscarla en su singularidad taxonómica y en la complejidad de su conducta reproductiva.
La Cigua Palmera (Dulus dominicus) pertenece a una familia monoespecífica (Dulidae), que son aquellas representadas por una sola especie. O sea, que es tan rara, que fue necesario crear una familia y un género (Dulus) para ella sola. No hay más de diez familias monoespecíficas en el mundo, y la de la Cigua Palmera es la única endémica de las Antillas.
Es un enigma para los científicos cómo un ave tan singular sólo existe en la isla Hispaniola. En el Museo de Historia Natural de Washington hay un diorama exclusivo para la Cigua Palmera. Estudios genéticos sugieren un posible parentesco entre Dulidae y Bombicillidae, una familia oriunda de Norte América y Europa, lo que no hace más que ahondar el misterio. Pues si el origen de la familia es Norte América, ¿por qué no existe en Cuba o en Bahamas, que están más cerca del Continente?
La Cigua Palmera es un poco más pequeña que un ruiseñor. La parte posterior es marrón olivácea con algo de verde en las alas. La parte anterior es blanco amarillenta con estrías verticales marrones. Los ojos son rojizos. Su comportamiento es muy activo y es una excelente cazadora en vuelo. Construyen un nido comunal enorme, en el cual cada familia tiene su propio "apartamento", con una salida independiente al exterior, lo que garantiza privacidad a cada pareja.
Siempre anidan en palmas que no estén en contacto con ningún otro árbol, lo que evita que las ratas, las culebras y el hombre suban al nido. Ponen de 3 a 4 huevos con manchas oscuras. Como los huevos de las aves que anidan en lugares cerrados como las cotorras son blancos, pues en un nido oscuro no hay que camuflarlos, tal vez este tipo de nido sea una adaptación evolutiva reciente en esta especie. Tanto el macho como la hembra alimentan a los pichones y limpian el nido. Es imposible, a simple vista, distinguir el macho de la hembra. Se alimentan de frutas, pétalos, insectos y lagartos. Son reforestadores naturales, ya que dispersan las semillas de las frutas que comen.
La cigua palmera no está en peligro de extinción, ya que es abundante en todo el país, exceptuando las zonas altas y los bosques muy densos. La protección que le ofrecen sus nidos contra los depredadores, su adaptación a ambientes urbanos y la variedad de alimentos que ingiere son la causa de este éxito. Come las frutas de casi todos los árboles nativos: Palma Real, Yagrumo, Penda, Memiso, Muñeco, Capá, etc, y de muchos introducidos.
Dulidae es una voz griega que significa esclavo, ya que las ciguas trabajan continuamente reparando su nido. Gonzalo Fernández de Oviedo, uno de los primeros naturalistas que describió esta especie, comparó sus nidos con los de la cigüeña europea. El nombre de esta especie (PalmChat, en inglés y Oiseau o Esclave Palmiste en francés), alude al hecho de que anida en Palmas Reales. Pero como buena dominicana, "cuando no se puede apiá, se jondea". Si no hay palmas disponibles, como sucede en las montañas y en las áreas urbanas, construyen sus nidos en otros árboles y hasta en postes eléctricos.