En un pueblo, vivía un anciano llamado Mancodji con su hija llamada Inguéré. Cuando Inguéré tuvo edad para casarse, que era la más hermosa del pueblo, muchos jóvenes y hombres mayores ricos se acercaban hasta la casa del viejo Mancodji para pedir la mano de su hija. Pero el padre era desconfiado y no quería que su querida hija se casara con cualquiera.
Entonces, para poner a prueba a los aspirantes, les dijo que Inguéré se casaría con aquel que fuera capaz de traer un paquete hecho con agua. Entonces, todos decían:
- ¿Quién ha visto nunca un paquete hecho con agua?. El viejo Mancodji pide algo imposible. Está claro que este hombre no quiere que su hija se case.
Ante esta dificultad, los pretendientes fueron poco a poco disminuyendo. Pero la noticia corrió a los pueblos vecinos y un día se presentó un joven , llamado Tamari, que venía de otra aldea, y le pidió a Inguéré que se casara con él.. Pero Mancodji le dijo:
- Usted ¿sabe que mi hija sólo se casará con quien traiga un paquete de agua?
Pero Tamari, que era muy inteligente le contestó:
- Sí, señor. Y tengo tanto respeto hacia usted que para asegurarme de que nadie le robe el paquete de agua quiero pedirle una cuerda. Así que déme una cuerda hecha con el humo que sale de su pipa y yo lo ataré alrededor del paquete de agua que tengo en mi bolsillo."
El viejo Mancodji, comenzó a reir y felicitándole por su ingeniosa respuesta le deseó que fuera feliz con su hija. Y Tamari e Inguéré se casaron y vivieron felices .