"Plantar, Cultivar y Cuidar"
Generalmente solamente damos valor a las cosas cuando las perdemos, tanto las materiales, cuanto las espirituales. Damos valor a la presencia cuando se convierte en ausencia.
No damos valor a nuestra perfección, como la mirada, que nos proporciona la visión,
como la audición, que nos trae una linda canción, como el paladar, que nos da el placer de saborear.
Cada función tiene la importancia que le es peculiar. ¡Que difícil nos resulta superar una pérdida funcional cuando sucede una debilidad o una mutilación!
Y las pérdidas emocionales, sentimentales o las espirituales, ¡cuantos vacíos nos traen! La pérdida de la paz interior, la pérdida de un amor, que causa tanto dolor...
Tantas cosas buenas en las manos, tantas se van... ¿Por qué se van? Porque las sembramos, pero después no las cuidamos. Conquistamos, luchamos, pero las abandonamos... desaparecen y las perdemos.
Sembrar, plantar apenas, no garantiza la perfecta cosecha. Es necesario cultivar y cuidar; desde la hora de sembrar, hasta el momento de recoger.
Para recoger amor, necesitas amar; para coger una flor, la necesitas cuidar; para recoger caricias, tienes que acariciar; para cultivar un corazón, necesitas plantar amor.
Tienes que darlo todo, cuidar, amar, para la vida mantener, para la pasión calentar, para la vida florecer... y fructificar.
(Desconozco el autor)
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