El calor era infernal, tenía el ventilador a full capacidad, la humedad se sentía en el ambiente que casi no te dejaba respirar, fastidiado y molesto a la vez por no poder conciliar el sueño, y ya eran las tres de la mañana, me levanto de la cama, abro el refrigerador y sirvo un vaso de agua bien helada, y me la bebo de un sorbo, me dirijo al salón de estar, enciendo la tele, y estoy con el control cambiando de cana en canal, y nada interesante que ver. De pronto, se oye una jauría de perros, seguida por un tropel de caballos que se estaban acercando y se escuchan gritos los perros ladran con mas fuerza, la curiosidad me invade, y salto del sofá donde estaba sentado corro la cortina, y abro la ventana. Venia un hombre a caballo y mas atrás lo seguían muy de cerca una caballería como de 10 hombres a caballo se oye una detonación y el caballo donde venia el hombre a quien aparentemente cae al piso, acto seguido los otros hombres se abalanzan con el infortunado perseguido y lo atrapan, estos individuo vestían un uniforme de color azul como los que se usaban en el tiempo de la colonia, el hombre a el que maniataron tenia un pantalón y camisa blanca, uno de los uniformado se acerca al perseguido y la propina un golpe con el puño cerrado en la cara que el infortunado individuo pierde la estabilidad y cae al piso,acto seguido los otro le dan punta pie por toda la humanidad del individuo luego se escucha una voz que dice “Levanten a ese maldito” Dos de los uniformados agarran al individuo por el brazo y lo ponen en pie, y yo pienso ¿quienes son esta gente? Que yo sepa aquí no hay policía montada y no creo que estén firmando una escena de alguna película por que no hay cámaras ni luces estaba yo sumergido en mi pensamiento cuando la tropa toda monta en sus caballos y al infortunado hombre le amarran una soga al cuello, y el que fungía de jefe golpea los flanco de su caballo y este sale en veloz carrera, seguido por los de más y por último queda el infortunado, que sale corriendo tratando de seguir el paso del caballo para no ser arrastrado, el extraño cortejo pasa frente de mi ventana y se dirigen hacia el final de la calle y pienso será que no ven la pared que estaba a unos diez metro donde estaban parados, como perdía la visibilidad de los uniformados abro la puerta y salgo al lugar donde Estaban parados segundos antes los individuos y alcanzo a mirar que el infortunado hombre ya había caído y lo llevaban arrastrando y los jinetes iban a estrellarse con la pared pero ante la incredulidad de mis ojos los jinetes y el infortunado hombre pasaron por frente a la pared desapareciendo en la misma, los perros seguían ladrando y yo corro hacia la pared para mirar si dejaron algún rastro pero cuando ya había corrido como tres metros recuerdo ¿y el caballo que había caído con el disparo dónde está? Yo lo vi caer y le vi que se mantenía en el suelo, mientras los jinetes golpeaban al infortunado hombre, me desisto de seguir hacia la pared y regreso para buscar rastro del caballo caído, pero no hay nada como si esto no fuera pasado. Al instante de la vereda, varios vecinos salieron incrédulos de lo que ellos evidentemente habían visto y oído. Nos quedamos platicando sobre el extraño suceso y llegamos a la conclusión de que eran seres de otro dimensión o los mal llamados fantasma, y bueno, mejor me voy a dormir. En esta vida, siempre están ocurriendo cosas, que la mayoría de las veces, no tienen explicación alguna, sólo nos quedan contarlas y esperar si nos creen o no, pero lo más importante es que siempre debemos estar preparados para enfrentarlas.
|