Hoy te dije que mi partida había llegado,
que aquellos momentos eran un engaño,
pues tus palabras eran solo burla,
de todo lo que me habías quitado.
Hoy me despedí de aquellos sueños,
y me di la vuelta para dejarte atrás,
para olvidar y no cargar con este deseo,
de quererte y tenerte siempre a mi lado.
Hoy miré tus ojos y los vi solos,
ya no llenaban más mi alma encantada,
ni tu boca provocaba su dulce susurro,
por el cual yo caí apasionada.
Hoy camino por otro rumbo,
en el cual no estas ni cerca, ni oculto,
ya no tienes redes en mi vida,
que me hagan caer cerca tuyo.
Hoy mi llanto ya no llega,
ni el tormento de no verte se apodera,
están mis ojos puestos en aquel Señor,
donde tú podrás llegar si lo deseas.
Hoy mi ADIOS ha cerrado esta puerta,
la llave del perdón la hace eterna
y el amor que llevo la ha adornado,
para recordar solo, quien soy yo, por dentro.
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