Un viejo rabino tuvo una charla con el Señor acerca del cielo y del infierno. El señor le dijo : Si quieres te muestro uno y otro.
Ambos fueron a una gran estancia donde había mucha gente , famélica por el hambre sentada alrededor de una gran mesa con un puchero en el medio. Si bien había cantidad de comida para todos, como tenían largas cucharas , trataban de comer pero no podían llevárselo a la boca. La desesperación se les notaba en el rostro , y aunque los intentos resultaban frustros seguían tratando de llevarse el alimento a la boca .
Luego el Señor lo llevó al Cielo. La estancia era similar, todos sentados alrededor de una gran mesa con un puchero en el medio, pero la gente parecía divertida, y además se los notaba rozagantes. También tenían largas cucharas, pero la utilizaban para darse unos a otros