La
falta de vitamina D podría aumentar el riesgo de depresión y otros
problemas siquiátricos en los ancianos, señalaron investigadores
holandeses en un estudio publicado el lunes en Estados Unidos.
“Las
causas subyacentes de la falta de vitamina D, como menor exposición al
sol al reducir las actividades al aire libre, los cambio de vivienda o
de hábitos de vestimenta, o el menor consumo de vitaminas pueden
originar depresiones, pero la depresión puede ser también consecuencia
de un bajo índice de vitamina D”, subraya el estudio publicado en los
Archives of General Psychiatry.
Los
investigadores de la Universidad Vrije, en Amsterdam, estudiaron a 1282
personas con entre 65 a 95 años, de las cuales 169 sufrían una
depresión leve.
La tasa de vitamina D en las personas deprimidas era 14% menor a las de los demás ancianos, señaló el trabajo.
También
se registró que una falta de vitamina D aumenta el nivel de la hormona
paratiroidea, y se sabe que la hiperactividad de las glándulas
paratiroides es habitualmente asociada a la depresión.
Este
descubrimiento podría ser importante para el tratamiento de la
depresión, pues el bajo nivel de vitamina D en la sangre y el alto nivel
de hormona paratiroidea puede ser regulados con un régimen y suplementos de calcio o una mayor exposición al sol.
“Además,
descubrimos entre la población estudiada que 38.8% de los hombres y
56.9% de las mujeres presentaban una falta de vitamina D, algo que
refuerza el interés de este trabajo”, aseguraron los investigadores.
La
vitamina D. La función biológica principal de la vitamina D es mantener
en grados normales los niveles de calcio y fósforo en la sangre. La
vitamina D ayuda en la absorción del calcio y mantiene huesos fuertes.
Vitamina para abuelos
En los alimentos La
vitamina D, está presente de forma natural en pocos alimentos; la mejor
fuente es el pescado azul, como el salmón, la caballa y las sardinas.
La vitamina D también se encuentra en ciertos alimentos enriquecidos,
como a margarina y cereales.
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