El anuncio de Shackleton y sus variadas expediciones deslumbran entre
las grandes aventuras humanas de la historia. El viaje de aquellas 1000
mujeres también merece su estrella. Lo dejaron todo en Liverpool y
Queenstown, de donde procedían la mayoría. Su destino era abrumadoramente
incierto. El anuncio de Shackleton bien podría haber valido también para ellas. El Washington Post cubrió el desembarco de aquellas mujeres en Nueva
York. Preguntaron al sobrecargo sobre su “carga”, y contestó: “Debería
haber visto sus caras de ilusión cuando se asomaban a la cubierta del barco.
Esperaban encontrar maridos en el puerto”. Algunas dijeron que esperaban
casarse con un ingeniero de ferrocarriles, con un constructor de rascacielos,
o con un millonario Pittsburgh. Sólo algunas conquistaron el Polo, muchas
quedaron atrapadas en el hielo, un hielo distinto al de la Antártida.
-Itaca-
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