Viví*
Por ser mujer nacida en este siglo
que ha podido elegir vida y destino,
que destruye mitos y prejuicios
encontré mi camino.
No he de cerrar los ojos y labios
cuando se debe pronunciar un grito
de rebelión y pena por la hermana mujer
que no ha podido romper cadenas viejas
que la atan a un fogón sin esperanza
de abrir sus ojos, de mirar al mundo,
este universo lleno de milagros
que no puede alcanzar por ser pobre
y mujer, porque le falta voz
y le sobran oficios,
porque le falta pan
y le sobran hijos.
Hay sueños y derechos
que debemos sembrar en su tímida tierra
para que un día el fruto de su vientre,
hombre o mujer, tenga un lugar
donde florezca con dignidad y con orgullo
y brillen más estrellas
en la noche del mundo.
Autor: Vilma Vargas, 64 años
Programa de Voluntariado de Personas Mayores. Asoc. Gerontologica Costarricense Costa Rica.-