Camino entre la gente
que viste las calles.
Entre idas vueltas...
en busca de nadie.
El sol ya declina
como mi corazón en la tarde.
y esta tristeza mía.
Que agoniza en el parque.
Porque presiento a los parias,
mendigando entre árboles.
Mi voz no tiene eco
mis ojos no ven.
Me siento miserable
la sangre se me cuaja
en las venas que arden.
Estoy ¡Tan herido!
que no puedo mirarles
aunque sea con el alma
y quisiera importarles
ya en el ocaso de mi vida
Reconozco que no fui feliz
Teniéndolo todo...
Y fue culpa ¡DE NADIE!
Libia Beatriz Carciofetti
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