¡ ALELUYA! ¡ALELUYA! ¡ALELUYA!
Has resucitado,como habías dicho.
Y, con tu Resurrección, abres ante mi la vida nueva
de los hijos de Dios.
¡Has triunfado, Maestro! Y quieres asociar a tu triunfo
a todos los que te confesamos como Dios y como Señor.
Que no se quede en palabras de gloria, sino que se
convierta en vida nueva del que muere al pecado.
¡Enhorabuena, aleluya! Con tu Resurrección, abres ante
mi la vida nueva de la Pascua: si hemos muerto contigo,
busquemos los bienes de arriba, no los de la tierra.
Yo quiero morir al pecado y vivir desde hoy esa vida nueva
que, libre de las ataduras de la muerte, viva en la esperanza
de mi resurrección futura.
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