Una de las funciones del hígado es limpiar las drogas del cuerpo, pero en dosis excesivas estos medicamentos pueden dañar ese órgano. Las dosis altas impiden que el hígado elimine las drogas del cuerpo o en algunas personas, se ralentiza su metabolismo. Se inflama y ya no funciona adecuadamente, dañándose eventualmente. En casos extremos, hay daño hepático. Aunque dosis excesivas de ibuprofeno pueden afectar el hígado, tiene menos riesgo de daño hepático que el paracetamol, el cual daña el hígado con dosis un poco más altas que las recomendadas.
Efecto del ibuprofeno en el hígado
El ibuprofeno es una droga antiinflamatoria sin esteroides (NSAID por sus siglas en inglés). Alivia el dolor, reduce la fiebre y la inflamación (Manual Merck). El hígado elimina el ibuprofeno del cuerpo. El proceso tal vez funcione lentamente en algunas personas o las funciones del hígado tal vez se vean alteradas por dosis altas de ciertas drogas, como el ibuprofeno (Institutos Nacionales de Salud, NIH por sus siglas en inglés). Si el hígado no puede eliminar las drogas adecuadamente, se daña o se inflama. La inflamación hepática resultante de las medicinas es llamada hepatitis inducida por medicamentos.
Síntomas de daño hepático
La hepatitis causada por el ibuprofeno se caracteriza por dolores abdominales, sensibilidad en el lado superior derecho, orina de color oscuro, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, pérdida del apetito, fatiga, ictericia y heces de color blanco o arcilloso (NIH). El diagnóstico es confirmado con una prueba de sangre, el cual mostrará encimas hepáticas elevadas.
Tratamiento del daño hepático
El tratamiento de daño hepático inducido por el ibuprofeno es simplemente discontinuar el uso de la droga (NIH). Ningún otro tratamiento es necesario. Los síntomas usualmente desaparecen en unos cuantos días después de que se suspende su uso, pero tal vez duren por unas cuantas semanas.
Prevención
El ibuprofeno puede ser usado con seguridad sin riesgo de daño hepático. Nunca excedas la máxima dosis recomendada de 800 mg hasta cuatro veces al día (máximo total diario de 3200 mg). La gente que toma mucho alcohol debe suspender el uso del ibuprofeno o hablar de una dosis segura con su doctor. Los efectos del ibuprofeno en el hígado son peores en personas que ya tienen el hígado dañado.
Otros efectos secundarios
Otros efectos secundarios asociados con el ibuprofeno incluyen malestar y acidez estomacal, diarrea, estreñimiento, distensión abdominal o gases, mareos, dolor de cabeza, nerviosismo, erupción cutánea, visión borrosa o zumbidos en los oídos (Drugs.com). La presión alta es resultado directo de la hepatitis inducida por ibuprofeno o daño hepático. Un hígado inflamado no puede funcionar adecuadamente. Una de sus funciones es la regulación de las grasas en la sangre. Si estás grasas son irregulares, se acumulan y la sangre se vuelve "pegajosa", lo que reduce el flujo de sangre a través de las arterias y elevando la presión (HighBloodInfoPressure.org).
Escrito por Cheryl Jones | Traducido por Gabriela Nungaray
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