Cuando vuelvo mis ojos, a los años de
mocedad, de un pasado muy reciente, y nuevamente leo las Rimas de
Gustavo Adolfo Bécquer, añoro la pérdida de la grandeza y sensibilidad
de nuestro tiempo actual. Al leerlos nuevamente, viajo a través del
tiempo, vivo el momento de mi primer amor, y escucho aquella música de
los 60's de los Brincos, Fórmula V... En fin el momento mágico del
Romanticismo en todo su esplendor. Gracias por la oportunidad de poder
disfrutar como el buen vino el poder saborear tan espléndida literatura.