Ordenar al perro que acuda a la llamada
El hecho de que el perro acuda cuando se le llama es importante y necesario.
Imaginemos que estamos en el campo, llega el momento de irse a casa y, cuando llamamos al perro,
no acude. Entonces tenemos que perseguirle y hay peligro de que el perro se escape y, por lo tanto,
se pierda o resulte atropellado.
Este comportamiento es una prueba evidente de que el perro no está bien educado y
debemos solucionar el problema antes de que la situación se complique más.
La orden para que el perro acuda a nuestra llamada ("ven") debe pronunciarse con claridad y
acompañada de gestos que la apoyen, como señalar con el dedo nuestra posición. La palabra
que indica la orden de acudir debe ser siempre la misma para que el perro la asocie con la acción
correcta.
No debemos limitarnos a decir el nombre del perro, sin más, para que acuda.
Una vez que el perro obedece la orden, hay que recompensarle cuando llega a nuestro lado.
Bastarán unas felicitaciones verbales efusivas y unas caricias. Conviene no irse a casa en
cuanto el perro acude a nuestro lado, sino jugar un rato con él antes de irnos. De esta manera,
el perro no asociará el hecho de obedecer la orden de acudir a la llamada con el fin del momento lúdico.
Es recomendable ensayar en casa la orden de acudir, sobre todo cuando el perro es un cachorro,
ya que es la mejor edad para que el perro asimile con facilidad ciertas normas de comportamiento.
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