Consejos prácticos y trucos para lavar persianas
Unas persianas bonitas embellecen la casa, pero seguro puede ser un dolor de cabeza mantener cada listón brilloso.
Aquí hay algunos consejos para hacerte el trabajo más fácil.
Antes de comenzar
En primer lugar elimina la suciedad y el polvo suelto de la superficie, ya sea aspirando los listones o pasando un pincel de goma espuma. También puedes barrer con un pincel o un plumero. Otras cosas que funcionan: brocha de maquillaje, y brocha para afeitar. Son herramientas que no hacen volar la tierra por toda la casa.
Con la persiana totalmente baja, limpia los listones desde la parte superior hacia abajo, y luego del lado opuesto.
Limpia cada listón de lado a lado con una esponja mojada con agua jabonosa, o prueba uno de los siguientes métodos para hacer el trabajo más fácil:
- Envuelve
un pedazo de algodón o franela en torno a una regla de madera. Rocía
con un limpiador, y a continuación, mueve la regla hacia atrás y
adelante a través de cada listón.
- Aplica un poco de limpiador sobre un calcetín de algodón y luego limpia como se ha señalado anteriormente. Seca con otrocalcetín.
Si las persianas están muy sucias o grasosas, necesitan un buen baño.
Coloca
una toalla en el fondo de una bañera y llénala con agua tibia. Agrega
un chorrito de un buen detergente para lavar platos. Quita la persiana y
colócala sobre la toalla. El nivel del agua debe ser lo suficientemente
profunda para cubrir la persiana completamente.
Deja
la persiana en remojo durante unos 30 minutos. Luego limpia cada listón
con una esponja o frota suavemente con un cepillo de nailon suave. Un cepillo de dientes se
meterá en los pequeños rincones con facilidad. Si la suciedad no sale,
déjala más tiempo y luego trata de limpiar de nuevo. Vacía la bañera y
luego enjuaga bien con agua limpia (puedes usar la ducha). Seca con una
toalla.
Otra opción,
en lugar de usar la bañera, la puedes tirar en la hierba un día soleado
y bañarla con la manguera. Frota con un cepillo de nailon y jabón si es
necesario. Enjuaga con agua limpia. Para secarla, cuelga la persiana en
un tendedero o déjala secar sobre la hierba.