Si estas obsesionado por lo que piensan los demás, entonces serás prisionero de sus pensamientos.
Si anhelas las respuestas fáciles y las soluciones rápidas, caerás presa de la gente que no ofrece nada sino promesas.
Si encuentras que la verdad es difícil de soportar, serás esclavizado por aquellos que te dirán lo que quieres escuchar.
Cuando tienes el valor de pensar por ti mismo, la fuerza de aceptar lo que es, el compromiso y la disciplina para hacer una diferencia, entonces eres libre. Eres realmente libre para vivir con propósito, gozo y satisfacción.
No dejes que tu vida sea definida por tus reacciones a lo que los otros dicen, hacen o piensan, sino por tu propia y única visión.
Eleva tu mirada por encima de la mezquindad y sigue el camino a la grandeza que existe dentro de ti.