He aquí un alma sin sentido que vaga por la vida persiguiendo el futuro.
Tal vez no sea por curiosidad sino por la valentía,
que poco a poco encuentras en la realidad de la vida.
Se llega a pensar que la conoces, pero luego te enfrentas a su brillo oscuro por la soledad de las vías.
Si quieres ver cómo el reflejo te sirve de ayuda, mira a lo lejos el frío que se muestra por hipocresía.
En efecto, no trates de emancipar tu cobardía con una lágrima que se ve vacía.
Para que lo entiendas, debes temerle y ofrecer a cambio tu duda,
que con el tiempo se volverá una batalla de guerras entre anomalías.
Oh, la vida, vida que va decreciendo a lo largo del folklore que se desprende entre alegrías.
Ya se le ve llegar, se le ve arribar a ese alma en busca de consuelos que están lejos de la monotonía.