¿Cómo lo hace, esa extraña parte del mundo que no te ama? Esos que te leen, los que te encuentran por la calle, el que te pide fuego y se lleva una sonrisa... y ¡vuelve a su vida como si nada! Y en esa nada de no saberte ni saborearte consigue sobrevivir, como un árbol sin lluvia.
Esos poemas que no hablan de ti, ¿para qué sirven? Los carteles que no llevan a tu casa ¿quién los puso? Me aburro con periódicos que siguen hablando de crisis, ocultando que existes tú; tú, que si quisieras, podrías cambiar la corriente de los mares.
Pierden el tiempo los científicos estudiando las estrellas que caen del cielo, yo sé que lo hacen solo para sentirse cerca de ti.
Irela Perea
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