El Ocaso
Cuando el ocaso nos alcance, ya no será importante si te he odiado o me has traicionado.
Ya no será decisivo si mi estómago está en línea o si tus piernas no se han curvado...
Será un momento para disfrutar de la brisa y de la canción que he dejado de lado.
Por cierto, qué triste sería saber que lejos de mí, nunca has tenido esa canción en tus oídos,
la caricia oportuna en la niebla o un tierno poema en tus manos.
Se me hace que muchas cosas lejos de mí, no las has disfrutado...
Cuando el ocaso nos alcance y necesitemos lentes para todo,
no será cuantioso saber si el dinero nos ha sobrado o si la casa que tuvimos nos ha gustado.
Ya no será decisivo si me he olvidado algún aniversario o si nuevamente, me has hecho esperar demasiado...
Por cierto, qué lamentable sería saber que lejos de ti, nunca he tenido una mirada sincera,
las cartas que siempre he deseado leer o un beso encantado.
Pienso que muchas cosas sin ti, me han empezado a hacer daño...
Cuando el ocaso nos alcance, ya no será fundamental si fui un buen compañero o si fuiste un hermoso regalo.
Ya no será culminante si conmigo lo has disfrutado o si no me has deleitado...
Será un tiempo para disfrutar de los regalos y las sorpresas que siempre nos hemos obsequiado.
Por cierto que sería preocupante saber, que lejos de mí,
lo has tenido todo sin haber encontrado lo básico:
los simples gestos de amor, las viejas fotos y algún encendido verano.
Se me hace que muchas cosas lejos de mí, ya las has olvidado...
|