Botes en la niebla
Son botes en la niebla, cual pedazos
de huesos que se clavan en las venas,
de restos de recuerdos o condenas
que miden o aletargan nuestros pasos.
Puede que los arrullen los ocasos
o el beso de algún mar de olas serenas
y quizás sus viajeros son apenas
gaviotas muertas entre los sargazos.
Un día el sol vendrá, no habrá fracasos,
ni cielo que nos trague en sus arenas
ni costas en que falten los abrazos.
Ya todo se hará paz, lunas serenas
y un nuevo comenzar entre retazos
de sueños en que anclar viajes y penas.
08 10 15