Casi nunca estaba conforme con su
aspecto. Era algo insegura y le
aterrorizaba la idea de que el amor
de su vida se fijara en otra mujer.
Qué tonteria. Todavía no comprendía
que a una dama no se la ama por su
apariencia física, sino por las
sensaciones que ésta le provoca a un
hombre en el cuerpo y en el alma.
Leunam
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