Si solo sabemos enfadarnos o entristecernos ante las adversidades, así será imposible que les busquemos una solución a las mismas. Tomarla con el mundo no te va a resolver nada. Por esta razón, si te ríes de tus problemas, significará en parte que no te afectan o que simplemente puedes afrentarlos con una sonrisa en la boca. Esta es una forma de ponerse un muro ante las adversidades que demostrará que los problemas insignificantes no te afectan. Y más si te los tomas con un poco de humor.
|