Como el campo virgen que suplicante espera del sol sus suaves rayos, la eterna calidez, así espera mi alma la luz de tu presencia para llenar con versos tu nombre de mujer...
Y en la tortura inmensa de siempre esperarte retorno amargamente a mi lejano ayer ¿por qué tardaste tanto en llegar con tus caricias? recién comienza al verte mi vida a renacer
Con la locura inmensa de amarte ciegamente camino por el mundo seguro de andar, de aquellos desengaños, mentiras y dolores hoy sólo veo tus ojos... Y Soy Feliz de Amar...
(Eduardo Gambino)
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