Una primavera...
Una vez tembló la pradera
desde no se sabe cuando
en un día casi cualquiera
de un tiempo no muy pasado.
Casi nadie bien se percató
ante el hecho inusual
de que hasta el cielo vibró
con el movimiento tal.
Se alteraron las estrellas
de la inesperada llamarada
que surgían de las palabras
en aquella inmensa morada.
Se sonrojó hasta la luna
por la liberada pasión
de dos almas que fueron una
en la precisa ocasión.
Dos caballos desbocados
que de noche se encontraron
en el crujir de los lechos
por el amor que se entregaron.
Una vez fue primavera
allá por San José del Maipo...
Joan Bosch 25/06/07