Te observo desde lejos.
Estás distraído.
Absorto en tus pensamientos.
Aún no me has visto
y eso es lo que quiero.
Deseo sorprenderte,
y atraparte desprevenido.
No tienes escape.
Sigues sin percibirme
y yo estoy tan cerca,
que me basta con estirar la mano
para alcanzarte.
Al fin me ves,
pero ya es muy tarde,
estás a mi merced y ahora,
lo único que queda es… besarte.
a/d