Café, cigarrillo
y carrera hasta el tren,
maldita rutina diaria
y cuánto me gusta
desde que tu te cruzas en ella.
Olvidar la funda de mis gafas
sobre la mesa de ese bar
ha sido el extravío más revelador
de mi existencia...giré y ¡zas!
Tú y mi funda,
armonioso conjunto
para una miope recién enamorada.