Sola yo, amor, y vos quién sabe dónde; tu recuerdo me mece como al maíz el viento y te traigo en el tiempo, recorro los caminos, me río a carcajadas y somos los dos juntos otra vez, junto al agua.
Y somos los dos juntos otra vez, bajo el cielo estrellado en el monte, de noche.
Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre, voy juntando mis días, mis minutos, mis horas con tu hilo de letras.
Me he vuelto alfarera y he creado vasijas para guardar momentos.
Me he soltado en tormenta y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca, en viento me he cambiado, en brisa, en agua fresca y azoto, mojo, salto buscándote en el tiempo de un futuro que tiene la fuerza de tu fuerza.