A pesar de vivir bien y sin sobresaltos económicos, la vida sexual no funcionaba bien entre el marido y su joven mujer. Ella estaba convencida de que su esposo la engañaba con Janet, la empleada doméstica.
Para salir de dudas preparó una trampa para atraparlo. Le dio licencia a la empleada sin avisarle a su esposo. En la noche cuando se iba a la cama, el esposo le contó una historia: Se sentía mal del estómago, por lo que iba a tomar un poco de aire antes de acostarse.
Cuando él abandonó el dormitorio, la mujer salió al corredor, subió las escaleras y se acostó
en la cama de la empleada.
Al rato entró el hombre silenciosamente y, sin pérdida de tiempo, se metió en la cama
y le hizo el amor con gran fogosidad.
Cuando terminaron, la mujer muy agitada le dice:
- ¿No esperabas encontrarme en esta cama? ¿No es así ..querido?.
- ¡¡Sinceramente noooooo, patrona!!... Respondió el jardinero