Entre tanto saqueo, sería bueno que existieran saqueadores de tristezas, dolores y pesimismos.
Personajes que con caras camufladas, se permitan de flores prestadas, y las regalen
sorpresivamente a esos rostros sin esperanza, que deambulan hacia la rutina.
Que con los periódicos del día, hicieran avioncitos de largo alcance, para que los niños inesperados,
imiten los vuelos especiales y no los espaciales. Si. Sería bueno que hubiese saqueadores contras
las injusticias, el letargo, y el olvido. Y que los que manden obedezcan, y los que vigilan
sean vigilados, y los que cumplan sean cumplidos.
Y que de paso saqueen deseos, y sean los suficientes para repartirlos en los que ya pedimos mas de tres.
Claro que sería bueno. Será que diciembre me viste de utopía, y me convida a delirar levantando
la voz, sin mirar en donde me encuentro. No obstante, sería maravilloso que el día menos pensado,
alguien de improviso apenas nos regale un buen día, un disculpe, o un muchas gracias.