ANIMANDOTE
¿Te sucede a veces que no tienes
ganas de hacer aquello que sabes que debes?
Lo que necesitas es algo de estímulo.
Si ante una circunstancia semejante
alguien te alentase seguramente te fastidiaría.
Sin embargo si quien te animase fueses tú mismo,
entonces si que podría ser realmente motivador.
Imagínate con la tarea terminada.
Siente la satisfacción de haberla dejado atrás.
Experimenta esa sensación de placer
que habrás conseguido una vez
que la tarea haya sido completada.
Visualiza la dulzura de la libertad
que se siente sabiendo que ha quedado atrás.
Transforma tu resistencia por hacerlo,
en la emoción de haberlo hecho.
Si lo piensas por un instante,
en realidad es la manera más lógica y fácil
de llevarlo a cabo.
Luego zambúllete en el entusiasmo,
animado por tus propios pensamientos
positivos y llenos de sentido.
Y antes de que te des cuenta, lo habrás hecho.