Empiezas realmente a disfrutar de la vida
cuando aprendes a apreciar las cosas
que otras personas consideran insignificantes...
un simple hola, un adiós,
una sonrisa sincera cuando alguien te ve,
una mano amiga que te ayuda a caminar,
y un abrazo verdadero
cuando sientes que ya no puedes más.
Sergio de Sa
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