Antes que nada, debes echarle un vistazo a la niña que fuiste
y compararla con la mujer que eres hoy:
eso te ayudará a ver lo que quizás falta.
Presta atención a las cosas que te hacen pensar:
Vaya, cunánto extraño eso, y trata de traducirlas al mundo de los adultos.
Digamos que te gustaba jugar a imaginar cosas,
eso puede ser una señal de que quizás
debas restablecer contacto con tu lado creativo...
y no solo confies en tu memoria;
mejor hurga en cajas y fotos del pasado que te ayuden a
volver a conectarte con la persona que fuiste.
Otro buen recurso puedes encontrarlo en los viejos amigos:
"Le pregunte a una vieja y buena amiga de la infancia qué recordaba
de mí cuando era niña y me comentó
que siempre estaba dibujando retratos de la gente,
de las cosas que me rodeaban.
Me di cuenta de que era algo que no hacía desde hacía mucho tiempo
y lo extrañaba muchisimo".
Recupera lo que ERES!!!
Una vez que determines qué es lo que extrañas, es momento de actuar:
"Empieza por observar cosas que inspiren esa parte de ti que desapareció",
quizás soñaste con escribir alguna novela o pintar algún cuadro;
la clave es poner manosa la obra y ser creativa.
"El único modo de redescubrir tu vieja pasión es arriesgarte
y seguir tus instintos".
¿Te encantan los debates, pero temes molestar a otros con tus opiniones?...
Únete a un club literario y debate asuntos que no son personales.
NO te preocupes de lo que esperan los demás...
Finalmente, debes saber que al recuperar estos elementos pasados,
puedes contrariar a otros.
Quizás tus amistades crean que estás perdiendo el tiempo en hobbies nuevos
cuando podrías estar disfrutando su compañía.
"No importa lo que esperen los demás de ti,
no dejes de hacer lo que realmente necesitas para ser FELIZ!!!".
Ten presente que aunque tus amigos, tu pareja o tus familiares te deseen lo mejor,
sólo tú sabes lo que para ti significa ser auténtica... volver a ser la
verdadera tú...