AMANECIENDO
No es necesario tanto
para contemplar la vida,
solo un pequeño espacio
para percibir la existencia,
basta un perceptible instante
para ser uno con el momento,
con el movimiento de la llovizna,
el canto amanecido y alegre de las aves,
ver el sol levantándose,
escuchar una suave música relajante,
palpar la serenidad de estar inmóvil observando,
solo observando con los sentidos
mientras los pensamientos no existen,
mientras el cielo se aclara con éxtasis,
solo observando,
solo sintiendo.