"Que difícil es elegir entre vivir intenso o en paz, cuando en verdad puede que se requiera de las dos. Esa es la trampa de la frase. Puede haber enamoramiento sin paz pero también con ella. Entre sufrir por amor y estar en paz creo que, sí, nos deberíamos inclinar por la paz. Porque además la tranquilidad te deja abierto un camino hacia el amor o su hallazgo. El enamoramiento puede ser de una intensidad turbulenta. Una persecución perpetua e invisible de las sombras del tiempo y de intrigas lacerantes.
No digo que sea una capricho, porque busca esencia, pero en algunos resulta una obstinación inconveniente."