Viendo la foto pensarás, ah, que hace falta saber la receta para hacer ese montadito… pues claro que hace falta. Toda buena tapa necesita su manual de instrucciones. ¿Y por qué se llama Asturiano? Ya me dirás que tiene de asturiana esta tapa. Pues es que se suele llamar así en varios bares de Zaragoza, en concreto en el antiguo Rincón (ahora cerrado), y es que la base era crema de cabrales, de ahí lo asturiano del nombre.
Esto es lo que tienes que preparar para hacer la tapa Asturiano:
* Un buen trozo de pan cortado en diagonal. Ni fino, ni grueso. Lo justo, un dedo.
* Crema de queso azul (ahora venden un montón, hasta de marca blanca).
* Un pimiento del piquillo.
* Un par de anchoas (cuanto más buenas sean mejor).
La preparación, ya ves tú, se las trae:
– Untamos el pan con la crema de queso. Es importante que la capa sea generosa, que no sobre, pero que no falte. Si las prepararas con antelación, que no sea demasiada, porque la humedad de la crema hace reblandecer el pan y se queda blandurrio y malo.
– Colocamos el pimiento del piquillo en tiras. Como lo vas a usar de bote, que sepas que aunque en el bote ponga “asados”, estos pimientos no están cocinados. Los queman un poco a soplete y ya. Así que si quieres que esté rico de verdad, hay que cocinarlos un poco en la sartén con azúcar y sal a partes iguales.
– Cogemos el par de anchoas y las colocamos encima. Un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima y listo.
EXTRA: si le colocas un palillo en el centro, le darás el toque pro a tu tapa Asturiano. Y si el palillo es largo, y lo sirves en pizarra, ya serás lo más.