TORTU LA TORTUGA DE CAREY
Había una vez un hermoso arrecife colmado de una gran diversidad de especies marinas, corales y blancas arenas donde las cálidas aguas daban cobijo a un ser maravilloso, ella de cuerpo pequeño pero fuerte, caracterizada por una cubierta en forma de corazón; el cual se iba haciendo mas grande a medida que su tamaño aumentaba, su nombre Tortu.
Tortu, era una linda tortuga marina o también llamada tortuga de Carey. De carácter sereno y apacible, se paseaba por todo el arrecife saludando a todos los que se cruzaban a su paso; quienes la conocían, siempre le devolvían el saludo con una gran sonrisa, pues su personalidad le permitía ganar amistades por doquier, pese a no ser muy conversadora; sin embargo, su gran deseo de ser mejor cada día causaba admiración en la mayoría de sus amigos, quienes orgullosos la veían crecer y la visualizaban como una gran representante de su especie.
Lo que ellos no sabían, era el más profundo sueño que tenía Tortu: viajar. Desde chiquita, escuchaba historias acerca de los grandes océanos que existían; por ello, pasaba largas horas leyendo acerca del mundo y preparándose para salir a vivir las aventuras que la vida le depararía a su debido momento. Asimismo, soñaba con el momento en que encontrara su amor y pudiera formar una gran familia que siguiera preservando su nombre, así como lo habían hecho sus antepasados.
Tortu, era ávida lectora y a través de los libros fue conociendo acerca de cada sitio en donde podría establecerse cuando fuera el momento, aprendió acerca de las zonas tropicales existentes en los océanos Atlántico y Pacífico, en donde las cálidas aguas eran el paraíso perfecto para vivir. De igual modo, conoció que existían zonas más frías, alrededor de Massachusetts y Nueva Jersey en los Estados Unidos, en las cuales podría pasar algunas temporadas si se atrevía a ir un poco mas allá de su zona de confort.
El tiempo fue pasando y pese a las adversidades, Tortu no se rendía en su sueño de poder viajar y conocer el mundo, cada noche soñaba con nuevos espacios, nuevos retos, nuevas oportunidades de expandir sus conocimientos y de crecer; y así, sin darse cuenta su cubierta se fue convirtiendo en un hermoso caparazón en donde manchas amarillas, marrones y negras, adornaban cada rincón dibujando formas contrastantes que la hacían lucir y resaltar en su entorno.
Lo que no sabía Tortu, hasta ese momento, era que su tiempo de viajar y visitar las tierras que conocía a través de los libros, había llegado. Por fin, podía hacer realidad su sueño de viajar, de aprender, crecer, hasta llegar a ese punto en donde solo el descanso y la paz serian sus compañeros. Y así, un buen día inicio su travesía, recorriendo paisajes inhóspitos en donde los peligros eran visibles a cada paso, otros donde la receptividad no fue buena y debió luchar contra sus miedos, tristezas y debilidades para mantenerse fuerte y seguir adelante con cada meta que se había planteado.
Diversos fueron los obstáculos y escollos que debió pasar, pero no por eso, dejo de seguir adelante en su viaje. En cada parada, aprovechaba de conocer y aprender fortaleciéndose así cada día mas, esa fortaleza la hizo ir mas allá, explorando paisajes y espacios en donde la vida acelerada y el constante movimiento de quienes se encontraban a su alrededor en ocasiones la aturdían y hasta generaban cansancio y deseos de regresar a casa, pese a sentir que aun no había logrado cumplir su meta; pues dentro de ella, su corazón le decía que algo mas faltaba.
Un día, luego de viajar y viajar, Tortu llegó a un hermoso arrecife de aguas cristalinas y cálidas donde una gran cantidad de peces, tortugas y otras especies compartían y reían mientras jugaban. Poco a poco, se acercó a la orilla y arrastrando sus aletas por la arena, sintió su suavidad, pudo respirar la frescura de la brisa y sentir el calor del sol sobre su cuerpo húmedo. Así, posada sobre su vientre se quedó un largo rato descansando, no se dio cuenta en que momento el ruido cesó; se había quedado dormida profundamente.
Un suave toque en sus aletas la hizo despertar, y abriendo un poco los ojos divisó un rostro familiar que le sonreía; devolviendo el saludo y la sonrisa, se sacudió un poco y levantó la cabeza para estirarse e incorporarse. Volviendo su mirada al mar, detalló cada espacio que su visión le permitía abarcar, entrecerró los ojos y aspiro la suave brisa marina que le permitió evocar hermosos recuerdos vividos. De repente, reconoció voces y sonidos de su juventud, para sus adentros pensó: ¡Como es posible!, girando su cuerpo pudo divisar a lo lejos a su familia, sus amigos, su vida. Sin darse cuenta, Tortu, había regresado a casa; el sonido de los latidos de su corazón y esa sensación en su pecho le permitían conocer que había logrado su sueño.
Muchos años han pasado de su viaje extraordinario; hoy sus vivencias forman parte de su círculo familiar, se han convertido en historias que son revividas por sus hijos y los hijos de sus hijos. Ante su especie Tortu, es un ejemplo de perseverancia, trabajo, lucha, amor propio y sobretodo, de luz; pues el logro de su sueño le ha brindando un sitial importante dentro de su comunidad, representando la fortaleza que las caracteriza y el valor de su hazaña que seguirá a pesar del tiempo.
Ya cansada, un día cualquiera, Tortu, se retirará a una zona solitaria en donde con su mirada hacia el mar y con la calidez del sol sobre su lomo, se quedará dormida profundamente soñando con esos viajes que realizó, con su vida llena de experiencias y vivencias que le dieron la oportunidad de ser quien logro ser. Se quedara silente, con una sonrisa en sus labios, con el recuerdo de una vida grandiosa en la cual cada minuto vivido fue un regalo recibido; y así, sin darse cuenta su cuerpo se desvanecerá con la brisa, convirtiéndose en polvo y transportándola a cada espacio visitado.
Sin embargo, en esa playa quedara su huella plasmada en ese caparazón de carey; volviéndose mas valiosa, aun cuando su cuerpo no esté presente. Pues ese corazón que cubría la fragilidad de su cuerpo, ahora se convertirá en un material preciado y valioso que será usado para realizar piezas hermosas que serán lucidas por mujeres en todas partes; mujeres que sin saber, irán dejando a su paso un poco de la historia de Tortu la Tortuga de Carey.
Ivonne Escobar
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