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General: COMBATE CONTRA LA SOLEDAD
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: SILA4141  (Mensaje original) Enviado: 21/09/2016 11:36

COMBATE CONTRA LA SOLEDAD

 

Es propicia la soledad para el encuentro con Dios, y para el encuentro con nosotros mismos.

 

La soledad es propicia para el estudio, la investigación científica, para la creación artística.

 

Pero cuando la soledad invade y aplasta al ser humano, lo aniquila. Convencidos como estamos que la soledad es un espectro que atrapa todas las edades, es importante que señalemos algunos medios para lograr romper esa soledad enfermiza, que lleva a la angustia, a la falta de interés en la vida.

 

Unión con Dios.

Es muy importante en estos estados de soledad, hacer oración, pedirle al Señor su ayuda para sortear los escollos, la existencia, y salir de la isla angustiante, a la comunicación vivificadora. Debemos pedir con una confianza tal, que no "programemos" lo que Dios "tiene" que darnos.

 

Hay un cuento que viene bien: Había un labrador que, teniendo su tierra preparada para la siembra, empezó a platicar con Dios y le decía: "mira, Señor, voy a sembrar hoy; así que mándame dos días de llovizna", y el Señor le enviaba la llovizna.

Después le decía: "Ahora envíame una lluvia fuerte que empape bien la tierra; que salga el sol; que no haya sol"... y así estuvo dándole órdenes al Señor. Al final de la temporada, la cosecha se perdió. Contrariado el labrador le reclamó a Dios. "¿pero no te fui diciendo cómo me enviaras el agua, cómo enviaras días de sol, días nublados? Seguí las leyes de la agricultura. ¿Qué pasó, Señor?" y Dios le contestó: "Tú, hijo, nunca me pediste una buena cosecha".

 

Creo que esto nos sucede con frecuencia: vamos como el labrador pidiendo, a nuestro gusto, lo que consideramos que pueda ser bueno.... pero no pedimos lo que sea mejor para nuestra alma, en esta vida y en la otra, a los ojos infinitamente sabios de Dios.

 

El primer paso para romper la soledad es tener comunicación con Dios... Digámosle: "Señor, ponme en el camino personas que me ayuden a ser mejor, que me llenen de alegría". Y el Señor programará nuestro camino, y esa programación será la que nos lleve a la verdadera felicidad.

 

Una vez adquirida la practica de la oración, es importante buscar a los demás, conscientes de que todos necesitamos de todos. Junta tu soledad a otra soledad, y brotará la amistad vivificadora. La soledad se vence con la amistad. Todos anhelamos contar aunque sea con una sola alma que nos comprenda, que en un momento dado pueda ayudarnos a salir del silencio de la isla de la soledad. Tener amigos no es cosa fácil; es un aprender a aceptarlos como son sin querer cambiarlos; es tener la capacidad de escuchar; es rezar por ellos; es saber disfrutar en comunidad la vida, es acompañar al amigo en sus penas, porque no hay vida que no esté entrelazada de enfermedad y dolor.

 

Hay amigos tan ricos de dones espirituales, de bondad, que pueden dar mucho y nos lo dan con su sola presencia. ¡Qué felices seremos de encontrar a estas personas y vivir cerca de ellas! Seguramente podremos algún día ser un poco como ellas. Hay seres generosos, llenos de alegría, de entusiasmo, de ideas para hacer felices a los demás, que "contagian". Debemos acercarnos a ellas: "las almas se nutren con las riquezas de otras almas".

 

Viajar.

El viaje, con sabio orden, puede ser otro medio para salir del estado pasajero de soledad. Aun los viajes cortos, pero sabiamente ordenados, que nos hagan salir de nuestra diaria rutina. Al conocer a otras personas nos enriquecemos. Si tenemos capacidad de asombro y estamos dispuestos a ver lo bello que los demás poseen, y hasta a nutrir el espíritu con los paisajes, con los lugares, con los pueblos que no conocíamos, estaremos rompiendo la barrera de la soledad.

 

La lectura.

La etiqueta de nuestra época podría ser "no tengo tiempo". Casi nadie lee, sólo cosas superficiales; los encabezados de los periódicos, las revistas. Vivimos contra reloj; de ahí la importancia de detenernos a leer algo que nos nutra, un pensamiento que nos alimente, que nos dé fortaleza para seguir viviendo. Hay muchos libros que tienen la sabiduría de otras almas y nos invitan a ser mejores, pero ninguna biblioteca es mas rica que aquella en la que está la solución a cada problema de la vida: la Biblia y si sabemos leer con ánimo atento los santos Evangelios no solamente conoceremos a Jesucristo, su historia, su doctrina,: nos encontraremos con Él; lo haremos el franco amigo, que dará sentido a toda otra amistad humana, y dignificará nuestra convivencia con los hermanos, compañeros de viaje en el mundo.

 

Cultivar varios círculos.

Para combatir la soledad es importante tener varios círculos de amigos, para no encerrarnos en un determinado círculo con un grupo cerrado, el grupo de concreto que nadie más puede traspasar. Debemos abrir nuevas rutas de amistad para agigantar nuestra capacidad de amar, nuestra capacidad de vivir.

 

Hoy, todo lo compramos en oferta, estamos metalizados para adquirir lo que necesitamos. Por esto no tenemos amigos, o los vamos perdiendo, porque no se venden en ofertas de 2 x 1, ni nos dan "paquetes" de amigos como suelen ofrecernos las cosas en las "súper cadenas" de "súper tiendas". Necesitamos amigos sinceros que nos ayuden a peregrinar, que nos inviten con su ejemplo a ser mejores, que nos motiven a pensar más que en uno mismo, en los demás.

 

Pero a medida que la vorágine del mundo nos arrastra, vamos dejando el sentimiento humano más bello que puede existir: la amistad sincera, profunda, leal, desinteresada que busca en la mano amiga, alguien que ayude a salir de los problemas. Un amigo es un ser con el cual "nos atrevemos a ser nosotros", sin caretas de ninguna especie. Nos conoce como somos y así nos acepta, nos quiere y nos ayuda a superar las crisis que atravesamos. La amistad es un complemento de la vida; un equilibrante total y absoluto que nos permite disfrutar de la existencia. Amigo, y doblemente amigo, será aquel que nos ayude en nuestro peregrinar cuesta arriba, siendo como otro "yo" que carga con nosotros nuestra condición humana. Pero a la vez, nosotros seremos amigos verdaderos cuando ayudemos a los demás, como si fuéramos nosotros mismos a cargar el fardo humano que les ha tocado.

 

La amistad es la proyección del "yo" en una nueva dimensión que nos agiganta y perfecciona, propiciando nuestra vida práctica dentro de la comunidad.

(autor anónimo)



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: alondra@ Enviado: 21/09/2016 13:29
Me encanto!!!!!!!
 

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Sol Solgraficos Enviado: 21/09/2016 15:10


 
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