La esperanza: El ancla del alma
La esperanza es una actitud saludable, pues esperar con ilusion lo bueno trae alivio a la mente y al corazon. Por el contrario, encontrarse en un estado de desanimo es una condicion terrible. Es abrumador y deprimente pensar que lo que uno esta enfrentando no tiene solucion. Para la persona que ha perdido toda esperanza, la vida parece un largo y oscuro tunel que no lleva a ninguna parte.
En Proverbios hay un versiculo que describe el resultado de este agobiante sentimiento: La esperanza que se demora es tormento del corazon. La persona que se siente atrapada por el pesimismo, es acosada por la enfermedad emocional, fisica e incluso mental. Pero yo quiero decirle que, gracias a nuestro Dios, ninguna situacion es irremediable. En El, tenemos la promesa que esta en la segunda mitad del versículo: =Pero arbol de vida es el deseo cumplido=.
Los cristianos tienen una esperanza que es un ancla para sus almas. Nuestra relacion con Jesucristo nos acerca al trono celestial, donde podemos echar todas nuestras cargas ante un Dios todopoderoso. Ademas, podemos aferrarnos a El en las pruebas que enfrentemos. Por su gran amor, el Senor da fuerza al cuerpo cansado, paz al espiritu ansioso, y consuelo al corazon afligido. Es decir, ilumina ese oscuro tunel y nos guia tiernamente en medio de las situaciones dificiles.
El ancla era una imagen popular en el antiguo mundo del Mediterraneo. En una economia que dependia de la navegacion, el ancla simbolizaba seguridad y firmeza. El escritor de Hebreos uso la palabra para recordar a los creyentes que Dios ha dado una esperanza que se mantiene firme en cualquier tormenta.