Nutrida de angelical ritmo
mi lira se une a la fertilidad del viento
viento que acuna del ave su canto
que retoza incansable con las dueñas del cielo
y amoroso seca, del niño su llanto
Nutrido por el silencio de los serafines
mi ser fuerte y sereno
se baña en las aguas azules
de los desafiantes mares
Nutrida de angelical ritmo
sueño y esparzo
de la vida, su noble grandeza
de las musas su profunda pureza
Navego despierta y en esencia pura
en la barca del alma
y en diamantina conciencia
vivo, de Dios su eterna presencia.
Derech@s
imagen de internet
Publicado por Maria de los Angeles Roccato