Están llorando las nubes por tu
amor que marcho, con la luz
de la mañana, a otro nido de amor.
Están las nubes llorando, por un
amor que murió, están las calles
ahogadas de tanto como llovió.
Corre por las callejas inundando
todo a su paso, llevándose mi
pasión, dejando mi cuerpo, frío
y empapado.
Es mi alma solitaria que vaga por
esas callejas, calándome todo
entero, mis pasos me llevan a
casa y mi mente al pasado, donde
me llovió entonces, acompañado
de ella.
Esta mi alma cansada de tanto
pensar en ti, fuiste como agua brava
que rió a bajo marcho, dejándome
en un charco muriéndome por tu amor.
Llueve sobre mojado, y ya empieza
otra vez, a caer el aguacero, sin
darme tiempo a llegar.
Yo solo quise amarte y me dejaste
en la calle, solo y desamparado,
muriéndome por tu amor.
Julián cobo