La llamada de los muertos
Presto atención al zumbido del silencio,
se mete frío por los poros
llega a los laberintos donde se esconden los secretos.
No hay manera de enderezar las rutas,
por las rutas del destino fueron claros los entuertos.
No hay luciérnagas que iluminen esas sombras,
esas malditas sombras de donde se escuchas carcajadas.
Las reconozco,
son las carcajadas de los muertos,
de esos seres que amé tanto y ya se han ido,
ya se han ido lejos,
más allá del infinito,
en el laberinto de este universo negro,.
se adentraron profundo en los adentros,
y no hay manera de que callen,
siento sus llamadas,
que se callen,
que sus ecos no retumben,
que hagan silencio,
lo suplico, no obedecen,
grita el cielo, grita el viento,
es que el alma necesita del reposo de los vivos,
cuando lloran a sus muertos.
Carmen Amaralis Vega Olivencia