LA VIEJA DAMA
Triste y perdida sola y aislada, se siente
maría esa vieja dama, perdida en su
mundo, la mirada fija, siempre al infinito, allí
está perdida.
Siempre está muy sola, sentada en su silla,
le pasan las horas, pensando en nada, quizás
al pasado allí recordando, tiempos más felices.
Perdida en su mundo, ausente en este, vaga
por el limbo, y por su pasado, aquí está sola, esta
vieja dama, que ayer fue amada, y hoy olvidada.
Maldita la vida, que te da las cosas y también
las quita, y la deja sola, sola esta la dama, en
aquella silla, mirada perdida y también callada.
Se perdió su voz y su alegría, de sus labios
dulces, se fue su sonrisa, que mato también,
el brillo en sus ojos, y la dejo también, triste y
muy sola.
Aquí está la dama, que parece muerta, sentada
en su silla, perdida en su mundo, se apago su
voz y también sus ojos.
En aquel rincón de su vieja casa, donde allí
se esconde, fantasmas y penas, que en
cada rincón escondido quedan.
Es la vieja dama, que tiene su cita donde ella
sueña, volver junto a él, en su vieja silla,
murió esa dama, hoy está feliz y llena de vida.
Por fin volvió a estar junto a él, por estar con
él, se dejo morir, tanto lo quería que se fue con él.
Julián cobo