Esa maña de estar triste, no es buena pa ti,
esa maña de llorar a bocajarro, no te ha de dejar nada,
tantas letras malditas, que se deslizan de la pluma al papel,
y tu, lo deberías de saber, eso no te ha de dejar nada,
como hormiguitas caminan, entre fiascos y alegrías,
pero eso, no te ha de dejar nada,
te desgarras en la pluma, te recreas en papel,
y en las noches sin o con luna, tu no lloras,
te derramas, mientras bebes cada uno de esos recuerdos,
pero eso, no te ha de dejar nada.
Lamento mucho decirte esto, lamento ser yo,
quien abra tus ojos, que algún día la pasión cerró,
cuando escribes, poeta, pides a gritos morir,
cuando la piensas, hombre, pides regrese a ti,
cuando te deshaces, cigarro, a la nada te regresas,
pero eso, no te ha de servir de nada,
al menos eso pienso yo.
Del diario estrenas sabanas,
y una piel nueva, promete que te va a amar,
te enredas en sus brazos, bebes de su boca,
le miras, le adoras, le tocas,
compartes tu café, tus cigarros, y esa nostalgia,
esa, te la guardas, pero, querido amigo,
eso de nada te ha de servir.
Deja ya de caminar divagante entre escombros
deja de caminar por esos lugares, deja de merodear,
no escribas ya mas, si el poema solo lo escribes y ya,
déjalo poeta, deja que se valla, por favor, déjalo en paz,
que la tristeza y la alegría no son mas que hermanas,
amantes del mismo hombre,
perras de la misma casa,
no te apremies, ni te aflijas,
porque tu poesía lo reciente,
porque la piel, al hoyo, y al gusano,
porque dios no tiene amo,
y tu cruz has de dejarla ya,
escribe pero no te mueras,
escribe pero no te alejes,
ven, acércate, no llores mas,
hoy toca la risa como la brisa, que va en caballo,
y corre libre, por el campo, como si aun fuese mayo,
para que cuando regreses a ese lugar,
para que cuando toques esa piel,
no sea solo una noche, has de ser valiente, quédate!
Porque querido amigo de nada te sirve recordar o escribirle a recuerdos,
que con el paso del tiempo, se quedan serios, grises y olvidados,
no llores solo por llorar, entrégate, ¿A que le temes?
no finjas la vida, no ates la pasión. Camina, anda, corre,
hasta perderte, hasta que tus huesos se vuelvan obsoletos,
sean polvo, y tu, tu te conviertas en poesía.
Ángel Alberto Briones Corona.