Para entender la vida...
No digas que en el otro la sombra siempre ensancha algo como un estigma, algo como una mancha.
Pues por dentro estibamos los mismos equipajes en dualismos que mezclan ternuras y corajes.
De rencor, de bondad, de sosiego y de furia donde somos a un tiempo castidad y lujuria.
Una forma que sigue un total mecanismo en la gente, en nosotros, que es igual y es lo mismo.
Pues cargamos lo malo, acarreamos lo bueno el silencio de un rezo y el sonido de un trueno.
Porque no hay diferencias al cruzar los trayectos cabalgando virtudes y arrastrando defectos.
Que nos atan a un modo, a un misterio en la ruta para ser uno en muchos en eterna disputa.
Y por eso no creas que eres tu diferente que eres agua que fluye por distinta corriente.
Porque tú eres lo exacto al sentir emociones con tus actos sublimes o tus bajas pasiones,
Busca en todo el balance, la real convergencia donde todo se aprende con valor y paciencia.
Ser feliz es la senda de entender que la vida en su eterno sentido es razón compartida con la noche y el día, lo caliente y lo frío lo difícil lo fácil, el placer y el hastío,
sin errar en tus pasos, sin caer en sorpresa para así de esa forma seas luz y no presa,
y si llega el amor solo piensa, imagina que hay que amar a la rosa y también a la espina.
Ernesto Cárdenas. |