Cuando tengas que arrancarte alguna espina
que el contacto con la tierra te haya impuesto
en la piel del alma, refléjate en los colores
incesantes de las flores de alegría
que mi amistad te ha ofrecido...
Cuando tengas que arrastrar alguna piedra
del camino a recorrer,
detente a contar los kilómetros seguros
en que hemos transitado juntos.
Cuando tengas que sanar algún momento de tristeza,
medita en las horas de deleite y esperanza
que te alimentan todos los días.
Cuando tengas que preguntar porqué
Dios ha creado las sombras de la noche,
piensa en los millones de estrellas que
las sombras te descubren
y que son sólo para ti.
Cuando tengas que atravesar
alguna dificultad del mundo,
suma las bendiciones que ya posees
y sentirás el corazón bautizado
en el océano de la bondad de Dios.
d.a.