La Sonrisa de la Navidad
Sonrisas, inocentes como nunca,
y un puñado de vida inundando los cuerpos.
Que acaricien los dedos enredados al cabello,
que recuerdes el aroma agridulce de la tarde.
Que se deslice suavemente el vestido de la oscuridad
y un remolino de luz se pose en los sentidos.
Que se aviven los recuerdos,
canten las aves y un zumbido de estrellas cruce el horizonte.
Que se descubra el hechizo de la bruma
y las morenas sombras de la luna
ruboricen los cuerpos que se aman
con el brillo entrañable de la noche.
Noche envuelta en canela y miel,
noche que cuela la briza del destino.
Que resuciten las memorias de la Navidad.
que suenen campanas en tu vida y la mía
y el mundo entero viva esta hermosa tradición.
Carmen Amaralis Vega Olivencia