
Era una noche de verano, tranquila y sin temores de podía
navegar cerca de la playa, mas de un repente se ven
altas olas azotando la costa, y en la cresta de una de
ellas se ve la misma personificación de Neptuno, quien
sin misericordia azota y azota sus embates, inmensas
colinas de agua levantan espumarajos y peces y mas
peces brincando y brincando se van alejando de las orillas,
allá costa adentro se ve la figura de varios pescadores,
en actitud de ruego, pues la furia de Neptuno va in crescendo,
oh, el temor hasta me hace escribir en italiano, mama mía y
a que hora traen la cena, quiero langostinos y camarones, aderezados con
aceite de oliva y bañados en vino blanco, de la mas fina cosecha,
ah que tonterías escribo, ya esta haciendo hambre, tendré
que abreviar, decirle a Argón que junto a su compañero
de armas, Jasón y Hércules vayan buscando la manera
de contener en la furia a Neptuno, ver si han traído a la
mas gorda de las cabras, para ofrecer en sacrificio a este
Dios tan encalamado y dispuesto a no ofrecer una tregua
este poderoso Dios, pero costeños tan tercos y obstinados
en no ofrecer sacrificio a Neptuno, decían los pesqueros, para
que si la cosecha ya la hemos realizado, ah tan brutos, no saben
que los dioses de hoy en día, a veces se hacen los disimulados,
para ver hasta donde llegan los humanos en su fatua creencia
de pensarse los amos de la existencia, ah sigan en sus creencias
a ver quien les repone no sus bienes, mas la vida de sus seres
queridos, ahí les veré el día de mañana, no sin antes haber
desaparecido de este mundo,,,,,,,,,,,,,,,,,,
Autoría: José Antonio/Corazón de león.