Sueños que lastiman
Me imaginé unos ojos,
y dos soles se posaron en tu rostro
segando al infinito,
Iluminando las tinieblas de mis laberintos.
Quise volar junto a ti y nos brotaron alas doradas.
Recorrimos rutas fluorescentes,
giramos y giramos en espirales de luz.
Presentí la dulzura de unos besos,
Y me encontré sumergida en panales de miel.
Quise conocer tus sentimientos,
adorado fantasma de mis sueños,
y comenzó a sonar un arpa con acordes celestiales.
La melodía se fue grabando en mi pecho.
Ya no me atrevo a soñar de nuevo.
Puedo despertar con la realidad de siempre,
bañada en manantial de soledades,
con los labios secos,
sin ojos,
con ese borrascoso silencio que arropa los sentidos,
y las líneas de expresión cien veces más profundas.
Es que anoche en mis sueños era joven como antaño,
y estos sueños, sin quererlo,
me hacen mucho daño.
Carmen Amaralis Vega Olivencia