Arde el deseo en la piel
al tacto de tus cálidas manos,
calcinan tus besos mis labios
lamiendo la alusión
en medio del vergel
Renazco al amor cual crisálida
asoma la testa suspicaz,
que se entrega por completo
desnudando el sentimiento.
Solloza la tarde al invocarte
aprisionando una lágrima
susurra el viento, ¡al tiempo!
un aluvión de esperanza
despabila mi alma.
Feroz memoria que arremete
contra mi aciaga vida,
desventura que me obliga
a ser cautiva de tu venerable ser.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.